La inteligencia Artificial por definición es la simulación de funciones superiores del cerebro humano en un computador, se le atribuye a una entidad no viva la capacidad de razonar.
La primera documentación formal donde se escuchó el término de inteligencia artificial fue en 1.956 en un congreso científico donde un Grupo liderado por el norteamericano John Mc Carthy, este grupo afirmaba que los próximos 10 años las máquinas tendrían la capacidad de sustituir al ser humano en varias funciones racionales que resolvieron problemas del día a día.
Según la academia de medicina norteamericana en su capítulo de neurología, existen diferentes tipos de inteligencia. La primera en ser simulada por la tecnología fue la lingüística y seguidamente la lógico-matemática, poco a poco vemos esfuerzos en simular la inteligencia espacial, musical, corporal cinestésica y hasta vemos esfuerzos de grandes empresas fabricantes de tecnología haciendo esfuerzos en asistentes personales que simulan inteligencia interpersonal e incluso emocional.
Hoy día vemos la inteligencia artificial apoyando la toma de decisiones en grandes corporaciones, en el desarrollo de soluciones para la salud, principalmente en aplicaciones de biotecnología, particularmente su avance es extraordinario en el área de enfermedades y patologías que anteriormente tardaban mucho en diagnosticar.
Las muestras biológicas contienen una gran cantidad de datos en donde podemos observar patrones, con ayuda de la inteligencia artificial podemos observar factores genéticos que se convierten en dichos patrones y nos permiten identificar ¿cómo se desarrollan enfermedades?
Podemos hacer pronósticos de ventas o ayudarnos a escoger productos determinados que satisfagan las necesidades de un cliente en particular, que pudieran hacer nuestras ventas más rentables, podemos optimizar inventarios y así tener en cuenta la cantidad de artículos que debemos tener en stock y tener inventarios rentables.
Nuestras organizaciones financieras pueden entender mejor los riesgos que algunos clientes pudieran implicar para determinar ¿qué productos ofrecer? de manera direccionada a cada ente en particular.
En la educación hay aplicaciones que nos permiten determinar ¿qué estudiantes están a punto de abandonar ciertas materias o cursos? y así poder dar esa información a los profesores para tratar de recuperar el interés del estudiante o en el peor de los casos sugerir nuevos cursos que aprovechen mejor su potencial.
La inteligencia artificial lo va a revolucionar todo, es imparable ya, e incluso indispensable en algunas organizaciones que ya no pueden “existir” sin ella. Su potencial está aún a la espera de ser desarrollado y veremos su influencia potenciada exponencialmente con la llegada de los computadores cuánticos a partir de 2025.
Jorge Alvarado
